comentarios a la pintura Señor Ju
“El señor Jurojin, es una deidad muy reconocida en Oriente. Dios de la longevidad, debe colocarse al Oriente, donde nace el sol. La imagen de la pintura de la maestra Yuri, tiene colores vibrantes, que expresan vida y alegría. La expresión del rostro de la deidad es afable y alerta. Él porta una vestimenta regia y lujosa, se encuentra en un hermoso jardín donde abundan crisantemos, narcisos y wisterias de color morado. Altos bambúes, enmarcan el fondo del cuadro. El señor Jurojin, está acompañado por animales que también se asocian con la inmortalidad como la grulla. En el cuadro de la maestra, la grulla bebe del calabazo colgado del cayado del dios. El cayado esta hecho con reichi, hongo que cura el cáncer. El calabazo contiene el agua de la vida y del cuello de la grulla pende el nudo de la inmortalidad y está parada sobre la tortuga, capaz de vivir un siglo. Junto a él está el ciervo, reputado por ser capaz de encontrar las yerbas de la inmortalidad, que mordisquea golosamente las hojas del durazno de la larga vida, que la deidad sostiene en sus manos. También, los acompañan: la langosta, prendida de la túnica del dios, que puede vivir un siglo y el cangrejo. Encima del aura del señor, revolotean cinco murciélagos, que dan fuerza y protección, mientras rechazan toda negatividad. Realza la belleza del cuadro una característica única de la obra de la maestra Yuri, dice ella que por efecto de la combinación de colores con el agua, mientras ejecuta sus obras, aparecen en la pintura rostros de distintos fenotipos, formas y tamaños. Se hacen visibles cuando se observa el cuadro con detenimiento. Es un fenómeno mágico y sobrecogedor!. La experticia de la maestra, le permite estampar el sello con su firma con tinta de oro, que simboliza el reconocimiento a su talento maravilloso.”
Magdalena Peñuela
“Los cólicos me han disminuido ya no tengo coágulos o tanto sangrado y me siento más saludable. Siento que mi calidad de vida mejoró.”
Laura Vargas
comentarios a la pintura de la montaña
“La pagoda y la montaña, es uno de los cuadros más bellos la maestra Yuri Yokota. Es un paisaje asiático en un área montañosa y brumosa en suaves tonos verdes muy tranquilizadores y sanadores. La montaña, se yergue imponente en el fondo, sobresale entre la bruma de las alturas. La cima es una meseta, donde se perciben hermosas figuras. Un poco más abajo del lado derecho está ubicada la pagoda, color ladrillo con adornos de oro. En el centro de la pintura, la atención se focaliza en el camino pendiente, largo y sinuoso, que comunica el edificio sagrado con la pradera. Abajo, en el primer plano, un campesino acompañado de sus bueyes viene por un camino lateral, más adelante una tortuga negra observa la escena. Las hermosas tonalidades en verde pálido del paisaje, se combinan con los tonos en verde oscuro del follaje de los árboles. En el cielo del lado izquierdo muy difuminados algunos murciélagos, símbolo de protección sobrevuelan en el cielo. La composición está salpicada de pequeñas bolas de oro, que simbolizan los dones otorgados desde la montaña. La pintura irradia paz y sosiego, es un placer a la vista. En Feng-Shui, su ubicación es en el nor-oriente, provee éxitos y avances profesionales, así como en los emprendimientos.”
Magdalena Peñuela
comentarios a la pintura del Buey
“El buey tiene un significado muy especial en nuestro hogar ya que casi todos nacimos bajo este animal. La pintura refleja su nobleza y junto con el gallo y la serpiente han traído riqueza y bienestar económico.”
Cecilia Guio
“Este es el año del Buey de Metal, este es un ser generoso que otorga dones. La maestra Yuri San, logra una vibrante composición en la cual aparece en todo su esplendor con una mirada muy penetrante pero amable, sus cuernos son de oro y su cuerpo en tono café metalizado. Yace sobre un colchón de monedas de oro, delante de dos árboles de Totumo, de los cuales cuelgan sus frutos en diferentes tamaños y un sinfín de monedas anudadas con cintas rojas. Tres animales le acompañan a su izquierda el gallo cuya hembra tiene el poder de poner el mítico huevo de oro, en el centro la serpiente portadora de buena fortuna, inteligencia y suerte. Por último, a la derecha la rana echada y cubierta con monedas, asegura una buena provisión de dinero por venir. El cuadro, tiene colores fuertes y definidos que evocan poder, logro y alegría. También abunda el oro. El buey otorga dones en salud o dinero, para el Feng Shui y para propiciar su ayuda, debe ubicarse al Nororiente de la casa.”
Magdalena Peñuela
comentarios a la pintura de caballos
“Esta pintura muestra la energía y vitalidad de estos animales. Con
cada paso que dan es como si trajeran éxito, fama y fortuna. Al llegar
se ha visto cómo los proyectos se concretan.”
Cecilia Guio
“Los nueve caballos, están en una pintura plena de energía y
vitalidad. Cada uno tienen coloración diferente: alazán (café rojizo),
tordo (Gris) y blanco respectivamente. Van al galope en la misma
dirección del occidente al oriente, la mirada de todos apunta adelante
con determinación, excepto uno que voltea a ver atrás. Por la carrera
sus crines están levantadas, las patas traseras estiradas para tomar
impulso y las largas colas al viento. Corren en paralelo a una hilera
de árboles en un pastizal. La pintura está plena de movimiento e
impulso dirigido al logro de una meta. Estos caballos, se asocian con
los nacidos en marzo 9 y aseguran que ‘todo saldrá bien’, para estos
afortunados y para quien pueda tenerlos. Para el feng shui del hogar,
los 9 caballos, deben ubicarse en el Sur, lugar de la fama y la riqueza. Ellos garantizan el logro de los emprendimientos de los
moradores de la casa.”
Magdalena Peñuela
comentarios a la pintura de ave fenix
Ha sido increíble desde que los tengo muchísimas personas me llaman, me tienen en cuenta para proyectos, para ponencias o reuniones. Reconocen mi trabajo, mis esfuerzos y la calidad de los materiales que vendo con las ruanas de las mascotas, este cuadro tiene una energía especial porque siento que me da fuerza.
Laura Vargas
“Los colores y brillos de la pintura hacen que tu atención se detenga en el cuadro. 9 aves fénix se conectan de manera perfecta para traer a mi vida Belleza , prosperidad y fama . Se siente como si entre ellas danzaran y se comunicarán logrando su intención.”
Adriana
“El ave fénix es un ser mítico que se conoce desde la más remota antigüedad en casi todos los continentes. Su leyenda da cuenta de su longevidad, estimada en 500 años. Es un ave asociada al poder y a la resiliencia. La leyenda dice que renace de sus cenizas. Al morir, su cuerpo entra en combustión espontánea y de las cenizas surge el pequeño polluelo. Está capacidad única de resurrección lo ha convertido en un símbolo venerado en muchas culturas. El cuadro de la maestra Yuri San, es particularmente bello, colorido y lujoso. Los fénix, están dispuestos como en un Bagua. Abajo, al Norte, la coloración de las aves es azul celeste y rosa muy suave, las pinceladas de su plumaje tienen plata y oro blanco, respectivamente. Al oriente su coloración es verde amarillento y verde fuerte como corresponde al área de la madera y la salud. En el centro, un majestuoso fénix amarillo exhibe su hermoso plumaje con tinta de oro. Al occidente, la coloración es más rojiza, el plumaje tiene pinceladas con cobre. Finalmente en la parte superior, que correspondería al sur los tonos rojos son más intenso. A destacar el fondo el tonos lila y violeta suave, muy asociado al sur, el poder y la fama. Este cuadro es un placer a la vista y una garantía de prestigio bien ganado, protección y prosperidad.”
Magdalena Peñuela
comentarios a la pintura de tres señores
“Me han colaborado demasiado, ya que por naturaleza se me
dificultan las relaciones sociales, en general me ha permitido
aprender a respetar el punto de cada persona, dejar que actúen
libremente y concentrarme en mis propias acciones, evitar juzgar y
vivir plenamente y detenerme a preguntar si realmente lo que pienso
es bueno o es juzgar. Además, me ha colaborado a que, si los
demás piensan mal de mí o hacen cosas malas, yo esté protegida y
así sucedan cosas imprevistas todo tiende a mejor y a impulsarme
más adelante.”
Laura Vargas
“Esta obra está compuesto por tres figuras. De izquierda a derecha,
aparece en primer lugar el señor Bishamonten. En Japón es uno de
los siete dioses de la fortuna, aunque también otorga buena suerte
en la guerra. Su mirada es severa y su porte arrogante. Vestido con
una elegante túnica lila, porta un frutero con granadas y peces que
indican la abundancia y un cinto con ‘el ojo que todo lo ve’ símbolo
del conocimiento. La deidad, está sentada sobre el tigre, dios de la
fortuna que yace sobre monedas de oro y sombreros que se
usaron como dinero en la antigüedad. Al centro de la composición está el Buda sonriente, Hotei, un antiguo
monje que atrae la fortuna y la felicidad, se adorna con el collar de
perlas de la sabiduría y está sentado en la cima del mítico monte
Merú. La expresión de su rostro irradia alegría y ganas de vivir.
A la derecha, está el guardián y administrador del cielo, Tzai mon
ten, señor de los dragones. La deidad viste de azul, con su mano
izquierda sostiene una alabarda y lleva casco. Los dragones le
acompañan a sus pies, en su hombro, incluso el dorado está
prendido a su pecho. Esta figura proyecta fuerza y poder, también
protección.
Los señores del cielo, deben ubicarse cerca a la entrada de la casa,
en ángulo de 45°, mirando hacia el interior. Su presencia en el hogar
atrae prosperidad abundancia y fortaleza, que es palpable al mirar el
cuadro.”
Magdalena Peñuela